Padre Pío, haz que, con tu ayuda, sea testigo de la Resurrección, instrumento de paz y mensajero del amor divino.
Oración Pascual a San Pío de Pietrelcina
Amado San Pío, siervo humilde y fiel del Señor crucificado y resucitado, en este glorioso día de Pascua mi corazón se abre al misterio de la Vida que vence a la muerte. Tú, que llevaste en tu carne las marcas de la Pasión de Cristo, condúcenos al misterio de la Resurrección, donde la Vida ha vencido a la muerte y la luz ha triunfado sobre las tinieblas. En el silencio de tu vida ofrecida, en la oblación diaria sobre el altar y en la oración constante, acogiste el sufrimiento como camino de redención y lo transformaste en amor.

Ayúdanos, Padre Pío, a vivir nuestras pruebas con confianza y abandono, seguros de que “después de la noche siempre llega la aurora pascual”. Tú, que tanto amaste al Señor, enséñanos a reconocerlo en el rostro de nuestros hermanos, a servirlo con humildad y a esperar con firmeza en la victoria del Amor sobre todo mal.
Padre Pío, intercede por nosotros ante el Corazón del Resucitado, para que podamos ser renovados en el espíritu, fortalecidos en la fe y transformados por su paz. Haz que también nuestro corazón despierte a la alegría de la mañana de Pascua, cuando la piedra fue removida y la tumba apareció vacía. Haz que, como tú, también nosotros podamos decir: “Todo en Jesús, todo para Jesús, todo con Jesús.” Amén.