¿Cuándo murió el Padre Pío? La muerte del Padre Pío fue el 23 de Septiembre de 1968
¿Dónde murió el Padre Pío? El Padre Pío murió en el convento de San Giovanni Rotondo (Italia)
Aniversario de la muerte del Padre Pío el 23 de Septiembre de 1968
El Padre Pío ha vivido una vida santa y se ha ido en una muerte Santa el 23 de Septiembre de 1968 – El Padre Pío ha muerto orando, en sus tentaciones él ha orado, en sus alegrías ha orado, en las múltiples adversidades de la vida ha orado, en su enfermedad ha orado. Dios ha llenado su existencia entera.
Este es el recuento de los últimos días de vida del Padre Pío antes de su muerte ocurrida el 23 de Septiembre.
La salud del Padre Pío empeoraba día tras día. En 1968, el año de la muerte del Padre Pío, el superior del convento, que conocía sus condiciones de salud, lo invitó a descansar y a no cansarse demasiado en el confesional. El Padre Pío no toma en consideración ese consejo. Pocos días antes de su muerte, se le ve débil y extremadamente enfermo, insiste en escuchar las confesiones de los fieles provenientes de todas partes del mundo. El superior del convento le dice: “Deseaba morir en oración y en su ministerio”. Cuando decía buenas noches, el Padre Pío a menudo les pedía a sus hermanos capuchinos de encomendar lo en sus oraciones al Señor. El Padre Pío deseaba regresar a su verdadera casa, el cielo, donde estaría unido a Dios por la eternidad.
“¡Cómo es bello San José!” Con esta exclamación el Padre Pío concluye su peregrinaje terrenal el 23 de Septiembre de 1968. En el periodo anterior a su muerte, sus hermanos notaron que el Padre Pío se detenía todos los días delante del cuadro de San José, permaneciendo largos periodos de tiempo contemplando y orando. Solo más tarde se dieron cuenta de que el Padre Pío había rezado a San José cada día para una buena muerte.
Algunos frailes dijeron que en las semanas anteriores a la muerte del Padre Pío el 23 de septiembre de 1968, el convento de San Giovanni Rotondo parecía ser completamente diferente y las sensaciones que se percibían eran sobrenaturales – Los pasillos, las habitaciones, el refectorio y el convento mismo parecían estar envueltos en lo que se describió como un silencio místico.