La celebración de la Santa Misa era el punto de referencia en la vida del Padre Pío, era su fuerza vital – cuando el Padre Pío celebraba la Santa Misa se tenía la impresión que Dios estaba con él en ese momento.
La Misa celebrada por Padre Pío era un camino de Fe
La misa celebrada por el Padre Pío era una experiencia de fe prodigiosa, que fortificaba y conmovía a muchísimos devotos que participan – Los tiempos de la Misa se dilataban, podían durar horas y horas. La celebración de la Eucaristía era el punto de referencia de la vida del Padre Pío, era su fuerza vital. Cuando el Padre Pío celebraba la Santa Misa vivía un estado de éxtasis y gozo. Mirándolo como si tuviese la impresión de que Dios estuviese ahí con él.
Los Estigmas en las manos eran claramente visibles porque no utilizaba guantes sobre el altar. Con los ojos semicerrados, con el espíritu humilde y simple, durante la celebración de la misa, manifestaba en algunos momentos sentimientos de alegría, y en otros, sentimientos de dolor – Él participaba de lleno en cuerpo y alma al Sacrificio de Cristo.
A veces lloraba durante la Misa porque no era capaz de contener la emoción, durante aquellos momentos daba la sensación de vínculo con el Señor. El Padre Pío durante la Santa Misa, parecía no darse cuenta de la multitud de fieles que lo rodeaban, de los flashes fotográficos y de los múltiples curiosos.
La sombra del dolor físico aparecía indistintamente sobre su rostro al arrodillarse o al caminar. Durante la consagración cuando elevaba el cuerpo de Cristo, su rostro parecía que se desfiguraba, la gente exclamaba “parece Jesús”. El Padre Pío cuando celebraba la Santa Misa conducía a los fieles con Jesús en el Getsemaní, recorriendo el camino doloroso de la cruz hasta llegar a la resurrección final.