Padre Pío, enséñanos a comprender el misterio de la Inmaculada Concepción y a reflejar la pureza de María en nuestras vidas cotidianas.
Oración a Padre Pío por la Inmaculada Concepción de la Virgen María
Glorioso Padre Pío, nos dirigimos a ti con fe y esperanza, confiados en tu intercesión ante el Señor, que actúa con amor y poder. En esta solemnidad dedicada a la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, te pedimos que te unas a nosotros para alabar la extraordinaria pureza de María, preservada de todo pecado desde el primer momento de su existencia. Oh Santo Padre Pío, que viviste profundamente la gracia divina y recibiste el don de dialogar con los ángeles y con la Virgen, guía nuestro amor y nuestra devoción hacia la Madre Inmaculada. Con tu ayuda, deseamos reconocer la gran dignidad de María, concebida sin pecado original, y aprender de Ella a ser más puros de corazón.
Padre Pío, enséñanos a comprender el misterio de la Inmaculada Concepción y a reflejar la pureza de María en nuestra vida cotidiana. Haz que, al igual que Ella, también nosotros podamos decir nuestro “sí” con fe y total abandono a la voluntad divina. Te pedimos que la Madre Inmaculada nos conduzca cada vez más cerca de su Hijo, Jesucristo, y nos ayude a rechazar el pecado, que nos aleja de Dios. Te confiamos nuestras intenciones y súplicas, seguros de que las presentarás a la Madonna Inmaculada con tu ardiente amor.
Amadísimo Padre Pío, ruega por nosotros, para que podamos crecer en santidad, bebiendo de la gracia divina que fluye abundantemente desde el Corazón Inmaculado de María. Danos un corazón altruista y generoso, capaz de amar sin reservas y de hacer el bien, siguiendo el ejemplo de María, la Madre del Redentor. Oh Santa Madre, guíanos por el camino de la pureza y del amor sincero. Acompáñanos cada vez más cerca de tu Hijo, para que podamos participar en la alegría de la redención y en la promesa de la vida eterna. Con humildad y esperanza, te suplicamos, querido Padre Pío, que presentes nuestras oraciones a la Inmaculada Concepción, para que podamos vivir según la voluntad de Dios y crecer cada día en santidad. Amén.