Padre Pío escucha con compasión esta oración por la paz en el mundo y aleja de nosotros la guerra y el terrorismo.
Oración por la Paz en el Mundo al Padre Pío
Padre Pío venimos hoy a implorar que protejas al mundo y a sus habitantes con la paz. Aleja de toda la humanidad la marea destructiva de la guerra y el terrorismo, restablece la amistad fraterna de los pueblos e infunde en el corazón de los hombres el don de la confianza y el perdón. Glorioso Padre Pío, te pedimos por todos los que han muerto, víctimas de brutales atentados terroristas. Concédeles su recompensa y la alegría eterna.
Queridisimo Padre Pío, te pedimos por los heridos de todas las guerras: niños y jóvenes, mujeres y hombres, ancianos e inocentes. Sana sus cuerpos y sus corazones, fortalécelos con tu consuelo y aleja de ellos el odio y el deseo de venganza. Padre Pío visita a las familias que lloran la pérdida de sus parientes, las víctimas inocentes de la violencia y la guerra. Revístelos de tu infinita bondad, que encuentren la fuerza y el valor para seguir siendo hermanos. Convierte los corazones de los belicistas y los terroristas, haz que reconozcan la maldad de sus acciones y vuelvan al camino de la paz y el bien. Inculcar en sus corazones el respeto a la vida y a la dignidad de todo ser humano, independientemente de su religión, etnia o condición social.
Te imploramos, Padre Pío, que pongas la paz del cielo en los corazones de los hombres, que concedas la concordia a todos los seres vivos y que ilumines las mentes de quienes nos gobiernan y nos guían en la tierra. Glorioso Padre Pío, habla al corazón de los responsables del destino de los pueblos, detén la lógica de la crueldad y la venganza, sugiere soluciones pacíficas, gestos de caridad y distensión.
Padre Pío, escucha con compasión esta oración por la paz en el mundo, que se eleva hasta ti desde el alboroto y la desesperación de esta humanidad perdida. Mantén la llama de la esperanza encendida en nosotros para que la paz triunfe sobre el odio. Escucha el grito desesperado de tus hijos, la súplica dolorosa de toda la humanidad: nunca más la guerra, la espiral de dolor y violencia. Danos un corazón altruista, haznos caritativos con nuestros hermanos más necesitados y enséñanos a ser generosos sin buscar una recompensa terrenal. Padre Pío, con gran esperanza y llenos de confianza en tu infinita clemencia, confiamos en tu intercesión y te imploramos que nos concedas siempre días de paz y fraternidad. Amén.