El Portal de la Virgencita conocida como Porta Madonnella en Pietrelcina fue un lugar clave en la vida de Padre Pio, donde desde joven se reunía con los habitantes del barrio para rezar y recitar el Rosario. En este lugar comenzó su primer grupo de oración, promoviendo el amor por la Virgen María y confiando a su ángel guardián la misión de difundir este mensaje.
El Portal de la Virgencita (Porta Madonnella): historia y espiritualidad
El Portal de la Virgencita en Pietrelcina conocida como Porta Madonnella, se encuentra junto a la entrada medieval al barrio Rione Castello, y es un lugar lleno de historia y espiritualidad. Este pequeño barrio, que es el corazón antiguo del pueblo, guarda tradiciones y recuerdos que han marcado profundamente la vida de Padre Pio. A través de esta puerta pasaba todos los días el joven Francesco Forgione, yendo a la escuela, a la iglesia o a la granja de Piana Romana (zona agrícola cerca de Pietrelcina), donde pastoreaba su pequeño rebaño de ovejas. Sobre la puerta hay una ventana tapiada, decorada con 30 azulejos de mayólica del siglo XVIII. Estos representan a la Virgen María, a San Antonio de Padua y al Arcángel Miguel. Este detalle añade un toque de sacralidad a un lugar ya lleno de significado. Justo debajo de esta ventana, Padre Pío solía reunirse con con los vecinos para orar juntos, rezando la novena dedicada a los santos.
Porta Madonnella: Un Rincón Sagrado de Pietrelcina
En este sitio, Padre Pio sentó las bases de su primer grupo de oración. Esta iniciativa reflejaba su deseo de difundir la fe y el amor por la Virgen María. Allí, especialmente durante el mes de mayo, reunía a fieles y devotos para rezar el rosario. Con voz llena de fervor, expresaba su profunda devoción hacia la Virgen. A menudo confesaba: “Quisiera tener una voz fortísima para invitar a los pecadores del mundo a amar a la Virgen. Como esto no está en mi poder, siempre pido a mi ángel de la guarda que haga este trabajo por mí.” Porta Madonnella, con su sencillez y simbolismo, fue testigo de un joven fraile que, desde su juventud, sembraba las raíces de una misión espiritual que impactaría a miles de personas.